🎵 Una Vida Entre Notas, Decisiones y Nuevas Oportunidades 🎵
Hola a todos,
Esta entrada la escribo personalmente. Aunque uso el altavoz que me da Fibratown y su repercusión, quería hacerlo público. Y es que, ¡tiene mucho que ver el que haya vuelto a tocar con esta maravillosa banda después de no sé ni cuántos años! 😅 Solo recuerdo que la última vez fue con el Director Don Javier Artés, y después pasaron un par de directores más… así que, no, no fue ayer, jejeje.
No quiero que sea un post aburrido. Quiero que sea motivacional para esas personas que, como yo a veces, dudan si dar un paso adelante o no. Por lo que estoy viviendo, la lección hasta ahora es clara: ⚡SIEMPRE HAY QUE DARLO⚡.
Quiero mostrar cómo se enlazan mil circunstancias pasadas y presentes para abrirnos a OPORTUNIDADES, y por lo que creo fielmente que en la vida siempre hay que hacer buenas acciones.
🎶 El Inicio de Todo
Mi camino en la música empezó desde pequeñito en la banda de Casas-Ibáñez. Empecé con don Roberto y el bombardino (¡más grande que yo! 😂), y pasé a la Tuba porque en aquella época, para estudiar en el conservatorio, solo se podía con ese instrumento. Con el tiempo y un poco más de corpulencia, hicimos el cambio.
Luego, por varias circunstancias —entre ellas, el poder adquisitivo—, no pude formarme en el conservatorio. Pero siempre me movió una idea:
“Aunque fuese un hobby, hay que hacerlo bien”.
Siempre me planteé que, lo que me pusieran por delante, tenía que defenderlo y hacerlo sonar bien. Esa actitud me abrió muchísimas puertas. Y entre todos los músicos, profesores y directores —especialmente Don Roberto Sáez Cambres—, quiero destacar a uno en especial: Alberto Andrés Cuartero de Tarazona de la Mancha. Tubista profesional y mejor persona.
💡 El Momento que lo Cambió Todo
Y ahora voy a contar algo que, aunque suene un poco ridículo, fue clave.
Acompañaba a la charanga de Casas-Ibáñez a unas fallas (ni recuerdo si tocaba yo… 😅). Ya me habían avisado: “Verás, flipa cómo toca Alberto la tuba”. Y sí, tocaba genial, pero en un momento, se puso a hacer el solo de flauta de Amparito Roca con la tuba. ¡Una tontería, ¿verdad?! Pues para mí fue un ¡boom! mental. Aquello fue como abrir la mente: “¡Se pueden tocar incluso melodías con la tuba!”.
Alberto, quizás no lo sepas, pero…
– Aquella “tontería sin importancia” resultó ser muy inspiradora para mí.
Y es que a veces no somos conscientes del impacto que tenemos en los demás. Maravilloso. ✨
🚪 Las Puertas que se Abren
Desde ese momento, quería que Alberto me diera clase. Y por suerte, lo trajeron a la escuela de música de Casas-Ibáñez. Aunque fui un alumno bastante malo y no aproveché todo lo que debía, se construyó algo inquebrantable: una amistad.
¿Y por qué cuento todo esto? Pues porque, evidentemente, quien me fue abriendo puertas para tocar en otros sitios fue él. En aquella época, toqué varios conciertos con la Banda de Música de Madrigueras «Catachana 82». ¡Ninguna tontería! Tocamos en el Certamen de Cullera (quedamos segundos) e incluso en el Palau de Valencia. Esos recuerdos, para mí como músico, han sido especiales. Y ahora, al volver a tocar con ellos, han cobrado la importancia que quizás en su momento no les di.
🔄 El Círculo se Cierra: ¿Cómo he Vuelto?
¿Cómo llego hoy de nuevo a tocar con ellos?
Pues resulta que, poco a poco, fui apartando mi pasión por la música por el proyecto de telecomunicaciones. No quise desplegar en Madrigueras porque ya había una empresa amiga prestando servicio. Pero hace unos años, esa empresa se vendió y el operador local empezó a diluirse.
Nosotros, con la necesidad de crecer y ayudar donde otros flaqueaban, decidimos expandirnos a Madrigueras. Y al “abrir el abanico”, como suelo decir, volví a poner un pie allí. Emocionalmente, algo me atraía hacia aquellas vivencias.
En el último concierto con la banda de Casas-Ibáñez, nos apoyaron dos miembros de Madrigueras. Me comentaron que actualmente no tenían tubas, que solo les ayudaba Alberto, y que estaba invitado a participar en este concierto. Contacté con Alberto… ¡y aquí nos tienes, juntos de nuevo!
❤️ Gratitud, Emoción y un Reencuentro que Toca el Alma
No puedo describirlo con palabras. Son emociones. Siempre que he podido, he tocado con Alberto, pero hacía mucho tiempo que no nos sentábamos juntos en un atril. Y es una sensación maravillosa. Con lágrimas en los ojos lo digo: creo que es lo mejor de mi vida musical.
Gracias, mil gracias. Esto no es solo para agradecer a mi profe Alberto… Es para agradecer la generosidad de la banda de Madrigueras. Llegando a lo más alto —son recientes ganadores del Certamen de Murcia—, estarían en su derecho de cerrar puertas. Sin embargo, me las volvieron a abrir, y estoy profundamente agradecido.
¿Sabéis qué? He podido catar el alma de Madrigueras. Porque, es mi opinión, pero considero que el alma de los pueblos reside en sus bandas de música.
🎉
Un abrazo enorme. Esta es mi mejor dedicatoria y muestra de agradecimiento por lo que pude vivir el 28 de Agosto junto a mi profe, el pueblo de Madrigueras, la banda y los compañeros.
¡Gracias! 😘